Casa Pipa se prepara para celebrar la Navidad
Cuatro familias de Lanzarote y Fuerteventura pasarán estas fiestas en las instalaciones donde la Fundación Canaria Pequeño Valiente facilita todo tipo de servicios a las familias con tratamiento oncohematológico
Las Palmas de Gran Canaria, 17 de diciembre de 2024-. En pleno centro de Las Palmas de Gran Canaria, en un precioso edificio de principios del siglo XX de la calle Bravo Murillo, cuatro familias se preparan para recibir la Navidad lejos de casa. Santi, Lorenzo, Karen y Alice son niños de Lanzarote y Fuerteventura que reciben un tratamiento oncohematológico en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. Gracias a la labor de la Fundación Canaria Pequeño Valiente ellos y sus familias cuentan con unas instalaciones, Casa Pipa, en las que pueden vivir y recibir todo tipo de servicios mientras dura el tratamiento.
Casa Pipa es desde 2023 un segundo hogar para todos ellos. Aquí reciben clases para no perder el curso tanto ellos como sus hermanos. Servicio de fisioterapia y logopedia, atención social, acompañamiento psicológico e incluso talleres de nutrición, actividades lúdicas y deportivas.
“Nadie sabe lo que es esto hasta que no te toca vivirlo,” asegura Kiara Valencia, la madre de Santi, “y poder contar con un lugar como éste…no hay palabras para describir nuestra gratitud”.
Casa Pipa cuenta con ocho habitaciones, cada una con baño propio. Con una capacidad de hasta 20 personas, las instalaciones han albergado ya desde que comenzaron a funcionar a casi 50 usuarios. Estancias muy luminosas y con todo lo necesario a las que se unen además una cocina doble, salón, zona de juego, sala de descanso y lavandería. Estos días además la decoración navideña hace de este lugar un rincón aún más mágico. Un árbol de Navidad, bolas de colores y luces alegran las estancias.
“Queremos traerles una cena especial y un almuerzo tanto en Nochebuena como Navidad, Nochevieja y Día de Reyes gracias a la colaboración de algunos restaurantes de la ciudad,” comenta José Jerez, presidente de la Fundación Canaria Pequeño Valiente. “Buscamos que vivan algo lo más parecido a la normalidad dentro de la casa.”
Éste es, precisamente uno de los grandes objetivos de Casa Pipa, que los niños y sus familias vivan el proceso con la mayor normalidad posible. Así, una veintena de profesionales entre psicólogas, pedagogas, terapeutas, trabajadoras sociales, animadoras socioculturales e incluso dietistas, técnicos deportivos y todo el personal administrativo y de gerencia de la Fundación trabajan para ofrecerles todo lo que necesiten en cualquier momento del día.
Tania Jurado es la pedagoga que trabaja a diario con los pequeños en su refuerzo escolar. Tanto los niños en tratamiento como los hermanos que los acompañan no acuden a clase, “yo trabajo con ellos, estoy en continua comunicación con sus tutores y les doy lo mismo que sus compañeros están dando en clase.” Muchos de ellos siguen sus clases on line. Otros, que deben acudir al hospital todos los días, cuentan allí con otra pedagoga que estudia con ellos.
“Yo siempre digo que hay políticos que nada más llamarlos cogen el teléfono”, confiesa José Jerez, “y es precisamente gracias a ellos por lo que Casa Pipa es una realidad, además de todas las empresas que no dudan cada año en aportar para el funcionamiento de la casa.
La financiación de Casa Pipa ha sido posible gracias al Cabildo de Gran Canaria, que además cedió el edificio, Gobierno de Canarias y la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, Cabildo de Fuerteventura y Cabildo de Lanzarote.
Cada año, un grupo de padrinos hace posible el mantenimiento anual de las instalaciones, de ahí que cada estancia lleve el nombre de uno de ellos. En 2023 fueron Fundación Dinosol, Santander, Encuentro Moda, RTVE Canarias, Fundación Nos Movemos, Fundación Cajasiete, Fundación Júnguel Sanjuan, Aguacana, Fundación Disa, Spar Gran Canaria, Riu Hotels and Resorts, Fundación La Caixa, y Cabildo de Lanzarote.
En 2024 se han estrenado con esta iniciativa Fundación Líneas Romero y Fundación Canaria Jesús Hernández- Hortensia Pérez y Familia.
Aunque a priori pasar la Navidad lejos de casa y en unas condiciones tan especiales puede resultar difícil, la Fundación ha logrado crear un verdadero hogar para ellos. “Nosotros hemos puesto un arbolito dentro de nuestra habitación y estamos ya a la espera de que muy pronto podamos empezar a pasar algún fin de semana en Lanzarote junto a la familia” confiesa Kiara, mientras su hija María Paula, hermana de Santi, corretea escaleras abajo y habla sobre lo que espera que le traiga Papá Noel, “¡quiero un veterinario para mis animales de juguete!”
Las luces de la casa comienzan a encenderse, las familias descansan tras un día de médicos, talleres o clases particulares. Y algunos sonríen esperando que su regalo de Navidad venga envuelto en salud y buenas noticias para sus pequeños.