El libro ‘Fuerteventura, 1924’, que aborda los destierros de Unamuno, Rodrigo Soriano y el marqués de Cortina, se presenta en la Casa Museo Tomás Morales

La publicación, firmada por el historiador local Carmelo C. Torres, se
da a conocer el día 28 de noviembre, a las 19:00 horas, con entrada
libre
 La obra recoge la visión de la prensa de la época sobre los
protagonistas y acerca de la realidad de la isla que les acogió y
pretende desmontar falsos mitos que han llegado hasta la actualidad

Las Palmas de Gran Canaria, 25 de noviembre de 2024.- El nombre de
Fuerteventura asociado a ‘isla de destierro’ saltó a la fama en la prensa
nacional e internacional a partir de 1924, cuando se ratificaron las condenas
del marqués de Cortina, el periodista Rodrigo Soriano y Miguel de Unamuno. Si
bien el aristócrata y exministro no alcanzó a pisar la isla, el periodista metido a
político y el eminente escritor, filósofo y pedagogo permanecerían por espacio
de cuatro meses entre los majoreros. El impacto de este destierro en España,
Europa e incluso América, así como en la isla majorera, visto a través de las
noticias y escritos de la prensa de la época, es el objeto de ‘Fuerteventura,
1924’, el estudio que presenta el historiador majorero Carmelo C. Torres el día
28 de noviembre en la Casa Museo Tomás Morales de Moya, a las 19:00 horas,
con entrada libre, hasta completar aforo.
‘Fuerteventura, 1924. El Marqués de Cortina, don Miguel de Unamuno y don
Rodrigo Soriano a cien años de su destierro. Noticias y escritos desde Canarias
a través de la prensa’ es una publicación editada con el apoyo de una
subvención del Cabildo de Fuerteventura, pero distribuida con el esfuerzo
personal del autor, Carmelo C. Torres, profesor e investigador de la isla,

conocido por la publicación de exitosos trabajos anteriores, como el referido al
Muelle de Gran Tarajal.
Con prólogo de Marcial Morera Pérez, Torres, la obra profundiza en tres figuras
que, si bien, no fueron los primeros, ni tampoco los últimos desterrados en esa
isla, “sí que han sido los que mayor huella han dejado por la repercusión
mediática que desató esa medida del gobierno de Primo de Rivera”, asegura el
autor. “Esta investigación persigue acercarse a las noticias que sobre el
destierro aparecían en la prensa –desmontando con ello no pocos falsos
históricos-, así como a la obra que ambas personalidades produjeron durante
su forzada residencia en Fuerteventura, mucha de la cual vuelve a ver la luz
tras casi un siglo de olvido”, anuncia Carmelo C. Torres, como adelanto sobre la
lectura de una obra que ha supuesto un año de investigación en los archivos de
los principales rotativos locales, nacionales e internacionales de la época.

  1. Fotografía histórica
    ¿Qué pasó en España en 1924 para que se desatara tal ola de destierros? “Era
    el primer año de gobierno de la dictadura de Primo de Rivera”, contextualiza
    Carmelo Torres. “Estamos en el directorio militar, la etapa más dura, en la que
    se llevaron a cabo innumerables destierros y condenas a los denominados
    ‘pesimistas’ del gobierno que había que aislar, necesariamente”.
    Los destinos elegidos fueron los lugares más remotos del territorio: Ceuta,
    Melilla, Guinea y, por supuesto, las Islas Canarias. La isla de Fuerteventura fue
    el destino de las tres figuras más insignes, aunque, en el caso del marqués de
    Cortina, su aventura acabó en Gran Canaria, “donde consiguió el indulto
    gracias a la influencia de sus innumerables contactos”, recuerda el historiador.
    Desmontando mitos
    Uno de los propósitos de la publicación es acabar con lo que el autor denomina
    “falsos históricos”, historias relacionadas con estos acontecimientos que han
    llegado erróneamente hasta nuestros días como hechos ciertos. “La fuga de
    Unamuno no fue tal fuga”, adelanta por ejemplo Carmelo Torres. “Los
    contactos que poseía a nivel internacional no consiguieron mejorar su
    situación. El director del periódico ‘Le Quotidien’, de París, Henri Dumay, es,
    según asegura Torres, el principal organizador de la campaña publicitaria y de
    la evasión marítima tragicómica del intelectual español. “Lo único que
    pretendía Dumay era producir una falsa historia de fantasía para vender
    periódicos”, explica Torres. Efectivamente, se decretó una amnistía, no solo
    para los exiliados en Fuerteventura, sino para miles de personas, recuerda el
    autor. “El rescate fue un engaño para Soriano y Unamuno, que protagonizaron

una extravagante salida marítima desde Caleta de Fuste, que no fue sino un
‘teatrillo’ ya que la amnistía estaba firmada”, desmonta Torres.
Otra anécdota es la que se refiere al Monumento en Montaña Quemada, al
ser, presuntamente, el lugar elegido por el escritor en caso de fallecer en la
isla. “Él dejó señaladas otras ubicaciones, tal es el caso de Playa Blanca, la
actual playa capitalina”.
También se incluyen testimonios poco difundidos hasta el día de hoy. Tal es el
caso de relatos que parten de los guardias civiles que custodiaron a Unamuno y
que cuentan, por ejemplo, cómo, en una ocasión, el insigne escritor “decidió,
en un arrebato, engalanar a un camello con todas sus condecoraciones,
incluyendo la medalla al mérito de Alfonso XII”.
El foco de la noticia
La repercusión mediática que provocó la llegada de estos ‘visitantes’ a
Fuerteventura es comparable al seguimiento que provocan hoy día los casos de
corrupción, por ejemplo. El autor de ‘Fuerteventura 1924’ ha buceado en los
archivos de los principales rotativos de la época, tales como ‘El imparcial’,
‘Libertad’, Diario de Las Palmas’ o ‘La Prensa’ y Diario de Avisos, ambos de
Tenerife. A nivel internacional, se recogen artículos de ‘Cara y Caretas’,
publicación argentina, y diversas publicaciones cubanas, entre otras.
La percepción de la isla de Fuerteventura que reflejan, sobre todo, los medios
internacionales que cubren las noticias de los destierros es otra de las
curiosidades del libro de Torres. “La visión que tenían de Fuerteventura era,
efectivamente, la de un lugar de destierro, hostil, en todo caso, más africano
que europeo”.
Sin embargo, su presencia contribuyó a colocar a Fuerteventura en el mapa.
“Más por vergüenza ajena que propia, Fuerteventura se pudo beneficiar
muchísimo, por el conocimiento de sus carencias de su enorme y prolongado
atraso. Incluso se vendió irónicamente Puerto Cabras como la playa de moda”.
La publicación ‘Fuerteventura 1924’ fue presentada en Fuerteventura
recientemente y ahora llega a Gran Canaria. Torres ha decidido encargarse
personalmente de la distribución del libro. El historiador se encuentra inmerso
en otras investigaciones sobre los 112 años del Cabildo de Fuerteventura o en
la elaboración su propia tesis doctoral.
Sobre el autor
Carmelo Torres nació en 1975 en Puerto del Rosario. Es licenciado en Historia
por la Universidad de La Laguna. Entre los años 2000 y 2001 cursó el máster

internacional en Restauración y Rehabilitación del Patrimonio Edificado. Ha
dirigido proyectos de rescate de fuentes documentales referentes a
Fuerteventura en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife.